La transmisión entre hombres que hacen sexo con hombres es frecuente, pero apenas hay casos en los que una mujer se haya infectado exclusivamente al tener sexo con otra
No es primero, pero desde luego es el más documentado. La revista «Morbidity and Mortality Weekly Report», publicación de los Centros para el Control de Enfermedades de EE.UU., y dónde precisamente se publicó la primera información sobre el sida el 5 de junio de 1981, publica el que probablemente sea el caso más documentado de infección de VIH entre dos mujeres. El informe presenta un caso «único» de transmisión del VIH entre una pareja de mujeres que se confirma porque el virus con el que ha infectado una de las mujeres es genéticamente un 98% similar al de su pareja, que sí estaba infectada con el virus del sida. «Es desde luego un caso muy raro», señala Juan Carlos López, del hospital Gregorio Marañón. «Si bien está ampliamente documentado que la infección entre hombres que hacen sexo con hombres es frecuente, apenas hay casos, en España yo no conozco ninguno, de que una mujer se haya infectado exclusivamente al tener sexo con otra mujer».
A pesar de que el riesgo de transmisión sexual del VIH entre mujeres que tienen sexo con mujeres (WSW en inglés) es muy bajo, lo cierto es que es posible, porque el VIH puede ser transmitido cuando ciertos líquidos corporales (por ejemplo, sangre menstrual, fluidos vaginales, etc.) entran en contacto con una membrana mucosa o un corte o abrasión. En este caso, la pareja discordante (una mujer sí es portadora del VIH y la otra no está) mantenía relaciones sexuales de forma rutinaria, sin métodos de protección, que podrían producir intercambio de sangre a través de abrasiones recibidas durante la actividad sexual. Aunque la mujer infectada había tenido relaciones heterosexuales previamente, no desde hacía 10 años, los investigadores del Departamento de Salud de Houston, en EE.UU., creen, tras descartar otros posibles factores de riesgo –uso de jeringuillas, tatuajes, acupuntura, transfusiones, trasplantes , o cualquier otro comportamiento reconocido de riesgo-, que la causa sólo puede ser una de las 3 parejas femeninas que ha tenido en estos últimos años.
Y cuando la mujer, de 46 años de edad, fue diagnosticada en 2012, los médicos investigaron su «extraño caso de transmisión del virus» y realizaron pruebas de laboratorio que confirmaron que la mujer tenía un virus prácticamente idéntica a la de su pareja femenina, diagnosticada previamente de VIH y que había dejado de tomar tratamiento antirretroviral en 2010. En concreto, el VIH era un 98% idéntico en la secuencia de tres genes (gag, pol y env), detalla la autora del trabajo, Patricia Joyce.
«Desde luego parece el mismo virus», señala el Juan Carlos López, quien incide que una de las posibles causas de esta «infrecuente» transmisión del VIH, «además del posible intercambio de sangre en sus relaciones sexuales» radica en el hecho de que probablemente la pareja portadora del virus no «estaba en tratamiento» y lo más seguro es que su «carga viral –número de copias de virus en sangre- no fuera indetectable». En este sentido recuerda que en la pasada Conferencia de Retrovirus y Enfermedades Oportunistas (CROI) se han presentado algunos estudios que afirman que «si la carga viral es indetectable» el riesgo de transmisión del virus es «prácticamente cero».
En este punto incide también un comentario que acompaña al trabajo. «Si bien la transmisión del VIH entre mujeres es posible, sigue siendo raro. Pero este informe pone de relieve la necesidad de que todas las parejas -incluyendo las mujeres que tienen sexo con mujeres- deben tomar medidas para prevenir la transmisión, incluyendo el evitar todocontacto de sangre infectada por VIH o fluidos corporales contaminados con sangre con heridas o membranas mucosas», señala Joyce.