28 ene 2014

Productos que han aumentado sus cantidades de sal

La presencia de sal en los alimentos procesados ha aumentado un 6 por ciento con respecto a 2010, según la OCU

Bollos, galletas y otros productos que han aumentado su contenido en sal
ABC
La presencia de sal en los alimentos procesados que se venden en España ha aumentado un 6 por ciento con respecto a 2010, sobre todo en platos preparados de carnes y pescados, sucedáneos de angulas, fuet y jamón cocido,y especialmente bollos y galletas donde ha aumentado un 118%. Así lo refleja un estudio de la OCU sobre la presencia de sal en 209 alimentos procesados.

El exceso del consumo de sal en la dieta diaria puede suponer un problema de salud, ya que puede producir hipertensión arterial. Los estudios llevados a cabo por la Agencia Española de Seguridad Alimentaria y Nutrición (Aesan) señalan que los españoles toman el doble de sal (10 g) de la recomendada por la Organización Mundial de la Salud (OMS) (5g) para la población en general. Estos estudios también revelan que el 75% de la sal que tomamos a diario viene de los alimentos procesados.
La organización de consumidores ha analizado en el laboratorio 209 productos elaborados de entre los más habituales en nuestra dieta, como carnes, pescado, pan, patatas fritas, pizza, atún, platos de arroz y pasta entre otros, para estudiar su contenido en sal. Los datos se han comparado con los obtenidos en un estudio similar realizado en 2010, lo que ha permitido comprobar la evolución de la cantidad de sal en los alimentos en los últimos años.
Según los datos de OCU, el contenido de sal en los alimentos ha crecido de media un 6%. Pero la evolución no ha sido similar en todos los grupos de alimentos. En diez de ellos ha bajado el porcentaje de sal: croquetas y empanadillas, verduras congeladas y en conserva, platos de arroz y pasta, caldos cremas y sopas, tomate frito, latas de atún y mejillones, pizza, queso fresco, pan de molde y patatas fritas, mientras que en otros cuatro la sal ha aumentado: platos preparados de carnes y pescados, sucedáneos de angulas, fuet y jamón cocido, y especialmente bollos y galletas donde la sal ha aumentado un 118%.
Mención aparte merece el pan, producto que por su consumo cotidiano supone casi la mitad de la ingesta diaria de sal recomendada (2,2 g). En 2006, la organización comprobó que el porcentaje de sal en el pan se había reducido como consecuencia del acuerdo al que llegaron los fabricantes con la Administración. Sin embargo los resultados del análisis de OCU demuestran que la presencia de sal ha crecido en un 16% respecto a 2006.
Las conclusiones del estudio de OCU son claras: «existe un exceso de sal en los alimentos preparados que a juicio de OCU es evitable». «Si se quiere controlar la cantidad diaria de sal que se consume es necesario reducir el consumo de alimentos procesados por alimentos caseros, más sanos desde este punto de vista», señalan.

Cómo reducir el consumo de sal

Para aquellas personas que necesitan restringir su consumo de sal OCU da una serie de recomendaciones:
-Limitar aquellos alimentos procesados con un alto contenido en sal como pueden ser caldos, cremas y sopas, embutidos, surimi etc.
-En la información nutricional que aparece en los envases, compare la cantidad de sal entre las distintas marcas, eligiendo aquellas que menos tienen. Si la cantidad viene expresada en sodio, multiplique por 2,5 y tendrá el contenido en sal.
-En las comidas caseras sustituya la sal por ajo, limón, hierbas aromáticas o especias para realzar el sabor.
Por último, OCU recuerda a los fabricantes que «es posible y necesario fabricar alimentos con menos sal, y pide que se pongan de acuerdo para reducir de forma conjunta y paulatina el contenido de sal para contribuir a la mejora de la salud de los consumidores»