Fósiles de vertebrados (a, Psittacosaurus; b-c, Confuciusornis) BAOYU JIANG
Quedaron sepultados bajo tierra en el territorio que hoy es China hace entre 130 y 120 millones de años. Se trata de decenas de fósiles de dinosaurios, mamíferos y aves primitivas que han llegado a nuestros días excepcionalmente bien conservados. La postura en la que se encuentran sugieren que la muerte les pilló por sorpresa, como a los habitantes de Pompeya que quedaron enterrados por la erupción del volcán Vesubio en el año 79.
Los científicos creen que la muerte de la fauna que durante el Cretácico inferior poblaba el norte de China se debió también a una erupción volcánica, como ha confirmado una investigación publicada esta semana en la revista Nature Communications. Biota de Jehol es el nombre del rico ecosistema del norte de China que albergaba una gran variedad de plantas y animales durante ese periodo geológico. Los fósiles se han desenterrado de las formaciones de Yixian y Jiufotang.
En aquella época convivían en esa zona de Asia dinosaurios no avianos, mamíferos, lagartos, aves primitivas y numerosas especies de invertebrados. Los científicos que han reconstruido el ecosistema señalan que en él debía haber lagos y bosques de coníferas rodeados por volcanes. Se sabe que esta zona era volcánicamente muy activa.
Según los autores de este estudio, el análisis de los fósiles de aves y dinosaurios desenterrados en distintos enclaves y de los sedimentos del terreno en el que se hallaron los restos muestra que la curiosa yuxtaposición de los cuerpos se debió a letales coladas piroclásticas que tuvieron su origen en erupciones volcánicas explosivas.
Se trata de una mezcla de gases volcánicos a altas temperaturas, materiales rocosos calientes y aire que se desplaza a nivel del suelo y pueden alcanzar velocidades de hasta 200 kilómetros por hora. La combinación de calor y velocidad hace que estas corrientes piroclásticas tengan un gran poder destructivo.
Baoyu Jiang, investigador de la Universidad Nanjing y autor principal, y sus colegas recuerdan en su estudio que las formaciones de Yixian y Jiufotang contienen numerosos fósiles de vertebrados, invertebrados y plantas excepcionalmente bien conservados. La acumulación de fósiles terrestres y de agua dulce de Biota de Jehol se ha interpretado como el resultado de eventos en los que se produjo una mortalidad masiva. Sin embargo, destacan los paleontólogos, hasta ahora se sabía poco sobre las causas concretas que habían ocasionado las muertes.
Durante su investigación, comprobaron cómo cada una de los esqueletos analizados había sido sepultado directamente por el material que compone las coladas piroclásticas. La postura de los esqueletos sugieren que los animales habían sido enterrados en vida y los fósiles parecían haber sido carbonizados.
Los científicos proponen que fueron las coladas piroclásticas las que probablemente causaron las muertes y transportaron la mayor parte de los vertebrados terrestres desde diferentes hábitats a zonas en las que había lagos y donde quedaron enterrados. Los cadáveres de animales vertebrados transportados por el material volcánico quedaron excepcionalmente conservados durante este proceso.