El genetista de Harvard quiere secuenciar el genoma de 100.000 personas y ponerlo a disposición de todo el mundo en internet
El asunto debió de irritarle mucho porque rechaza hablar de ello, probablemente cansado de tener que aclarar la polémica una y otra vez. Ha participado en IV Congreso de Mentes Brillantes, organizado por El Ser Creativo en el Circo Price de Madrid, donde ha explicado los planes que sí tiene de verdad. Entre ellos, uno muy ambicioso y también polémico, el Proyecto Genoma Personal, que busca a 100.000 personas para secuenciar su ADN y publicarlo en internet.
–¿En qué consiste ese proyecto?
–Es el único archivo online del mundo en el que aparece publicado el ADN de voluntarios. Permitirá a los científicos compartir información muy útil para comprender mejor enfermedades como la diabetes o el cáncer.
–Pero esa información estará disponible para cualquiera...
–Sí, por supuesto, todo el mundo puede acceder a ella.
–¿No hay peligro de que se utilice el genoma para un mal uso, como clonarlo o que se emplee en actividades delictivas?
–Eso no va ocurrir. En cuanto al concepto de privacidad, nos importa mucho en las grandes ciudades, pero en los pueblos se compartía todo.
–¿Cuántos voluntarios tienen ya?
–Ya tenemos 3.000 en EE.UU. y 500 en Canadá.
–¿Los avances genéticos nos permitirán reinventarnos?
–Sí. Hay test clínicos para 1.900 terapias genéticas distintas, algunas ya aprobadas en Europa -por ejemplo, la glybera (un tipo de medicamento para el páncreas que actúa mediante la inserción de genes en el organismo), que provocan que la gente sea realmente diferente después de la terapia.
–¿Esto acelerará o modificará de alguna forma nuestra evolución?
–Bueno, este tipo de terapias génicas corrigen defectos de nacimiento y conseguirán que estemos más sanos, pero nuestra evolución no depende ya tanto del ADN, sino de la tecnología y la cultura.
–¿Seremos algún día capaces de crear organismos sintéticos?
–Podemos cambiar todos los genes de un organismo, pero lo importante no es hacer una copia, sino generar algo nuevo. De todas formas, el hombre ya es un creador. Desde tiempos ancestrales, hemos hecho grandes modificaciones tanto en plantas como en animales. Nada de lo que comemos actualmente es de origen natural.
–¿Y qué hay de la clonación de otra especie humana...? El año pasado sugería la posibilidad de clonar a un neandertal
–No, nunca fue un proyecto real. Nadie está trabajando en ello.
–Usted dijo que creía posible hacerlo.
–Es posible construir un puente hasta la Luna, pero nunca sucederá porque no supone ningún beneficio para la sociedad. Esto es igual. ¿Es posible hacerlo? Sí, pero no lo vamos a hacer por la misma razón. Actualmente, es prácticamente imposible.
–Hay intereses en devolver a la vida a un mamut e incluso a un dinosaurio. ¿Eso sí tiene alguna ventaja?
–No se va a revivir un dinosaurio, sino que se va a cambiar un avestruz y darle ciertas características de dinosaurio (el proyecto de «pollosaurio» de Jack Horner). Con el mamut, lo que podríamos llegar a generar es un elefante lanudo al que le gusta el frío, pero no es un mamut, sigue siendo un elefante. No veo cuál es el beneficio social de traer a la vida un dinosaurio, pero traer a un mamut sí tiene un beneficio para el ecosistema. La tundra tiene tiene tres veces más carbono atrapado en el hielo que todos los bosques del mundo. Llevar animales a ese área evitaría que ese dióxido fuera expulsado a la atmósfera por su acción en el ecosistema.
–¿Sacaremos adelante una quimera?
–Ya hay algunas. Por ejemplo, el GloFish, un pez cebra que tiene proteínas de las medusas y brilla en la oscuridad con muchos colores. De hecho, nosotros mismos hemos sido quimeras. Por ejemplo, al utilizar insulina de cerdo para la diabetes. Por fortuna los avances biotécnicos hacen que lo necesitemos menos.
–También propone construir cosas con ADN
–Sí, el año pasado presentamos un dispositivo de almacenaje genético, codifiqué mi libro («Regénesis») en ADN, 0,6 megabytes. Este año, haremos un vídeo de 1 gigabyte, lo que mejora 10.000 veces el avance del año pasado. La ventaja del ADN es que es entre un millón y mil millones de veces más compacto que cualquier otro dispositivo de almacenaje, y además nos permitiría leer un ADN de 700.000 años de antigüedad, mucho mejor que cualquier disco duro.
–¿Qué va contener ese vídeo?
–No puedo decirlo todavía, hay una compañía detrás que nos financia la investigación. Lo que sí puedo avanzar es que será un gran negocio para almacenar contenido digital.
–Sería muy curioso que la biología acabara solucionando los problemas de la tecnología...
–La biología tiene una gran deuda con la tecnología y ahora podemos hacer una pequeña contribución.
–Pero esto tiene que ser muy caro... ¿puede ser factible en el futuro?
–Todo parece irracional hasta que deja de serlo. Ya es 10.000 veces más razonable de lo que era el año pasado.