
Un equipo de físicos alemanes desarrolló un método que permite detectar un fotón sin necesidad de destruirlo, algo que antes representaba una tarea imposible
para los científicos.
"En realidad prefiero la ciencia a la religión. Si me dan a escoger entre Dios y el aire acondicionado, me quedo con el aire." Woody Allen







El hallazgo esta semana de un planeta rocoso como el nuestro, con un tamaño y una masa casi idénticos, pudo hacernos soñar por un instante con haber encontrado por fin un«gemelo de la Tierra» a unos 700 años luz, en la constelación del Cisne, pero nuestro anhelos se consumen en llamas, literalmente. En efecto, Kepler-78b se asemeja a nuestro mundo en todos esos aspectos, pero tiene una peculiaridad que asombra a los científicos y que lo hace completamente distinto. Orbita su estrella excesivamente cerca, tanto que su año solo dura 8,5 horas. Se mueve a la velocidad del rayo en comparación con nuestros pausados 365 días. El calor en su superficie es insoportable yno puede albergar vida.